Todo comenzó a finales de mi primer
año de preparatoria, en la escuela donde estudié me invitaron a formar parte de
un grupo de Son Jarocho y accedí, así es como me familiaricé con el mundo
cultural y poco después decidí formar parte del
ballet folklórico en la misma
escuela, dentro de esos dos grupos conocí a grandes colegas que se dedicaban a
la danza y a la música y mi círculo social tomó un rumbo distinto, prácticamente
desconocido.
El 20 de octubre del 2018 se
llevó a cabo el Cuarto
Maratón Folklórico de Veracruz y tuve la oportunidad de
asistir y fotografiar a los ballets más conocidos y a mis amigos más cercanos
que los conformaban, debo de mencionar que fue un evento grande, estuve alrededor
de cuatro horas en el lugar apreciando la diversidad cultural de cada ballet, la
variedad de trajes típicos, el baile y la música de las regiones del estado de
Veracruz.
Dentro del Son Jarocho pude
entablar muy buenas amistades con músicos y bailarines, en específico una
amistad muy buena con un arpista dedicado desde temprana edad a la música y
danza folklórica, durante su participación en el maratón pude capturar un gran momento
el cual en ese entonces no representaba mas que una simple fotografía de mi
amigo y la danza que realizaba. Quien diría que esa foto iba a ser un logro especial
para mi historia en la fotografía…
Exactamente un año después del
maratón folklórico, la escuela preparatoria a la que pertenecía abrió una
convocatoria para el Encuentro Nacional de Arte y Cultura el cual abarcó muchas
categorías, una de ellas fotografía, decidí inscribirme con la foto que le
había tomado a mi amigo arpista y así competir en 3 fases; regional, estatal y
nacional. Después de un largo proceso con las autoridades escolares sobre el
concurso dieron la calificación de un jurado y gané la fase regional.
A mediados de Noviembre del 2019
se pudo realizar el encuentro estatal, la segunda fase que daría un pase directo
al nacional, se presentó mi fotografía enmarcada en las instalaciones de la preparatoria
y después de una evaluación por parte del jurado, ¡gané el estatal! Mi emoción fue
inmensa ya que eso significaba viajar a Guadalajara para el encuentro nacional,
desgraciadamente no se pudo llevar a cabo el evento por falta de recursos del
plantel y ningún ganador asistió.
Las circunstancias del
Encuentro Nacional de Arte y Cultura fueron complicadas en 2019 y solo pude obtener mi
fotografía enmarcada como un reconocimiento por parte de las autoridades
escolares, más que un premio representó una oportunidad para mostrar mi trabajo
fotográfico y finalmente esa participación en el concurso marcó el fin de mi
entorno folclórico como fotógrafa y a la vez
la separación de mi vida escolar
con la música y la danza.
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